Patrones repetitivos: La misma historia con otro nombre
- Yais Barroso

- 6 oct
- 1 Min. de lectura
A veces no repetimos personas, repetimos historias.
La mente busca lo familiar, incluso cuando duele. Y así, sin darnos cuenta, lo nuevo termina pareciéndose demasiado a lo anterior.
Las narrativas internas funcionan como guiones silenciosos que seguimos sin advertirlo. Se activan con gestos, silencios o frases, y moldean la forma en que interpretamos lo que el otro hace, dice o calla.
Cuando adentro resuena “siempre me dejan”, cualquier distancia se siente como abandono.
Cuando aparece “no merezco demasiado”, lo poco parece suficiente.
Y cuando la voz dice “mi opinión no importa”, el silencio se vuelve una forma de estar sin molestar.
No son pensamientos al azar. Son huellas emocionales que se fueron grabando con el tiempo y que, si no se hacen conscientes, terminan dirigiendo la manera en que elegimos, nos vinculamos y reaccionamos.
Reconocer esos patrones no es culparse ni quedarse en el pasado. Es entender desde qué historia te relacionas y qué parte de ti sigue repitiendo una escena que ya conoce.
Ahí comienza la posibilidad de elegir distinto, de vincularte desde un lugar más libre y presente.
No siempre se trata de cambiar de vínculo, sino de cambiar la historia desde la que te acercas.
Si algo de esto te suena familiar, quizás sea el momento de mirar esa historia con más calma y empezar a escribirla de otra manera.
Nos vemos en sesión ☺️



