top of page

El conflicto con el cuerpo...

Actualizado: hace 4 días


El cuerpo no solo sostiene la vida cotidiana: también carga con las exigencias que se acumulan sin pausa.

Entre el esfuerzo, las comparaciones y las metas personales, muchas veces se transforma en un medidor de valor o de control.


Cuando la mirada se concentra en cómo debería verse o rendir, se pierde la conexión con lo que realmente necesita.

El cuerpo empieza a responder con tensión, agotamiento o malestar, intentando sostener una exigencia que no siempre es física.


La culpa aparece cuando no se alcanza el ideal.

La comparación se vuelve rutina.

Y el cuidado se confunde con disciplina.


El conflicto no está en querer cuidarse, sino en hacerlo desde la crítica o desde el miedo a no ser suficiente.

Escuchar el cuerpo implica reconocer que también comunica: que los síntomas y molestias no son fallas, sino mensajes que piden atención.


A veces el cuerpo empieza a hablar cuando ya se ha hecho demasiado esfuerzo por callar.

Entender lo que intenta decir, con tiempo y acompañamiento, puede marcar la diferencia entre seguir sosteniendo el malestar o empezar a aliviarlo.


Nos vemos en sesión ☺️


Contenido profesional.

No reemplaza un proceso clínico personalizado.

Si deseas trabajarlo en un espacio cuidado, puedes iniciar tu proceso desde aquí


bottom of page