Cómo me veo vs cómo me siento en mi cuerpo
- Yais Barroso

- 4 nov
- 1 Min. de lectura
Actualizado: hace 4 días
El cuerpo no solo se ve, también se siente.
A veces la imagen en el espejo parece decirlo todo,
pero lo que se vive por dentro cuenta otra historia.
Una persona puede verse bien y sentirse tensa,
o no gustarse y aun así sentir calma.
Lo que cambia no es el cuerpo,
sino la forma en que nos relacionamos con lo que pasa en él.
Cuando dejamos de exigirle tanto
y empezamos a escucharlo con curiosidad,
aparecen señales que antes pasaban desapercibidas:
el peso en los hombros, el nudo en la garganta,
el alivio de una respiración profunda.
El cuerpo no miente:
traduce lo que todavía no encuentra palabras.
Y cuando se le trata como un espacio que sostiene,
en lugar de algo que corregir,
puede volver a sentirse como casa.
A veces notar lo que el cuerpo expresa
no alcanza para entenderlo,
pero sí para empezar a buscar un modo distinto de escucharlo.
Y ese primer intento, si se sostiene con presencia,
ya es un comienzo.
Nos vemos en sesión ☺️
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