Cuando el ánimo cambia el espejo
- Yais Barroso

- 2 sept
- 1 Min. de lectura
Hay días en que todo parece en su lugar, y otros en que nada alcanza.
No cambia la historia ni lo que somos, cambia el estado interno desde el que nos miramos.
Las emociones filtran la percepción:
la tristeza vuelve borrosos los logros,
la ansiedad exagera los errores,
el cansancio apaga lo que antes brillaba.
No siempre se trata de falta de amor propio; a veces solo es una emoción sin espacio para descansar.
Y cuando esa emoción no encuentra lugar, la mirada se confunde y empieza a medir valor en lugar de reconocer presencia.
La autoestima no se construye repitiendo frases bonitas, sino comprendiendo lo que se siente antes de juzgarlo.
A veces ese trabajo requiere detenerse y mirar con más profundidad, con alguien que ayude a ordenar lo que internamente se enreda.
No para cambiar quién uno es, sino para poder verse con más verdad y menos ruido.
Nos vemos en sesión ☺️
Reflexión profesional. No reemplaza un proceso terapéutico personalizado.



